Kiev, Ucrania.– Este viernes, Rusia y Ucrania pusieron en marcha un significativo canje de prisioneros, que podría convertirse en el más amplio desde el comienzo de la guerra en 2022. En la primera fase, cada parte recuperó a 390 personas, como parte de un acuerdo alcanzado recientemente en Estambul, que contempla la liberación de mil prisioneros por cada bando.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, confirmó en la red social X la ejecución de esta primera etapa del acuerdo denominado «1,000 por 1,000», expresando su expectativa de que el intercambio continúe durante el fin de semana.
Por su parte, el gobierno ruso informó que entre los liberados se encuentran 270 soldados y 120 civiles, algunos de ellos capturados en la región de Kursk durante la ofensiva ucraniana de mediados de 2024. Ucrania recibió una cantidad equivalente de militares y civiles, incluyendo efectivos de distintas corporaciones de seguridad y defensa.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, adelantó que Moscú enviará a Kiev un documento con sus condiciones para poner fin a la ofensiva iniciada en 2022, dentro de lo que calificó como un «acuerdo global, duradero y de largo alcance». Ucrania también deberá presentar una propuesta similar, conforme a lo pactado en las negociaciones turcas.
Mientras tanto, en la región ucraniana de Chernígov, decenas de familiares aguardaban noticias con esperanza. “Que Dios nos regale hoy una buena noticia”, expresó Lyudmyla Parkhomenko, cuya última comunicación con su hijo, desaparecido en la batalla de Bajmut, data de hace dos años.
Pese al avance diplomático, miles de personas continúan en cautiverio en ambos países, sin que se conozca una cifra oficial. Un alto funcionario ucraniano, bajo anonimato, aseguró que Rusia proporciona escasa información y que en ocasiones libera personas dadas por muertas o desaparecidas.
El canje de prisioneros es uno de los pocos puntos en los que ambas naciones han logrado consensos. El expresidente estadounidense Donald Trump celebró el acuerdo y sugirió que podría ser el inicio de una resolución más amplia al conflicto.
No obstante, persisten acusaciones mutuas de violaciones a la Convención de Ginebra. Ucrania ha denunciado ejecuciones, tortura y falta de atención médica en cautivos, mientras que Amnistía Internacional documentó en marzo
