Lo que debía ser una noche tranquila terminó en tragedia para Yaron Lischinsky y Sarah Lynn Milgrim, dos jóvenes empleados de la embajada israelí en Washington, quienes fueron asesinados a tiros el miércoles por la noche al salir de un evento en el Museo Judío de la capital estadounidense.
Ambos salían del recinto cuando fueron atacados por un hombre armado que, según testigos y la policía, gritó «¡Palestina libre!» durante su detención. El atacante fue identificado como Elías Rodríguez, de 30 años, originario de Chicago. Las autoridades investigan si el acto tiene motivaciones terroristas o constituye un crimen de odio.
El atentado ocurrió alrededor de las 21:00 horas, a plena vista de turistas y trabajadores en una zona céntrica de Washington. Lischinsky, de 28 años, trabajaba en el área política de la embajada y había servido en las Fuerzas de Defensa de Israel. Había comprado recientemente un anillo de compromiso con la intención de proponer matrimonio a su pareja en un próximo viaje a Jerusalén.
Por su parte, Milgrim, de 26 años, era parte del equipo de diplomacia pública desde hacía año y medio. Contaba con una sólida formación académica en relaciones internacionales y desarrollo sostenible.
Durante la detención, el sospechoso ingresó al museo fingiendo angustia, siendo auxiliado por los presentes sin que supieran que era el autor del crimen. Minutos después confesó abiertamente haber disparado y agitó una kufiya mientras repetía consignas políticas en favor de Palestina y Gaza.
La embajada israelí en Washington lamentó profundamente la pérdida de sus dos jóvenes colaboradores, describiéndolos como “en la flor de la vida” y expresó su respaldo a las familias. El primer ministro Benjamin Netanyahu anunció un refuerzo de seguridad en todas las embajadas de Israel en el mundo tras el atentado.
El FBI continúa la investigación para esclarecer los motivos detrás de este acto de violencia que ha conmocionado a la comunidad diplomática y reavivado tensiones en medio del conflicto global.
